Según estudios recientes, durante las últimas dos décadas, la contaminación del aire en las ciudades es la principal causa de enfermedades respiratorias y coronarias en infantes y adultos (1). Según la Organización Mundial de Salud, en México el saldo de estas afectaciones registra 38,000 muertes entre 2001 y 2005, alcanzando 14,734 decesos tan sólo en el 2010.
Además de reducir la calidad de vida de sus habitantes, incrementar los gastos en salud (a nivel público y privado), sin mencionar las caídas en productividad, y lo que es peor, las muertes por exposición a contaminantes, la contaminación del aire afecta la capacidad que tiene una ciudad para atraer y retener talento e inversiones, ahuyenta a las personas más preparadas y que agregan mayor valor a la economía, las cuales eligen vivir en zonas con mayor calidad de vida (1). El costo de la contaminación atmosférica se estimó en el año 2009, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en un 4.4% del Producto Interno Bruto, casi el total de la producción agropecuaria y equiparando el presupuesto destinado a la educación en ese mismo año.
En el Valle de Toluca la mala calidad del aire rápidamente aumenta, rebasando lo establecido como máximo para evitar daños a la salud, según las normas oficiales mexicanas (NOM), el 10% de los días del año 2000 a casi la mitad de los días del año 2011. La concentración de contaminantes también se ha elevado. Sólo 7 días en lo que va del 2015 se ha considerado buena, los demás días (205) se ha evaluado como mala o regular (3).
El origen de los contaminantes del aire en el Valle de Toluca es diverso, pero sobresalen por su aportación, la combustión de baja temperatura, principalmente de madera (con el 80% de las partículas suspendidas) y el autotransporte (con el 60% de los orgánicos volátiles y el 90% del monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno) (2).
Algunas de las medidas que podrían ayudar a enfrentar este grave problema son:
- Abandonar el modelo de movilidad urbana basado en el automóvil, por un sistema integrado (transporte público) y complementado con subsistemas de movilidad no motorizada (p.e. peatonal y ciclista).
- Planear, adaptar y construir la ciudad con un enfoque de accesibilidad, que disminuya distancias y número de viajes de los ciudadanos para acceder a los servicios y actividades productivas.
- Eliminar la quema de madera, carbón, quemas agrícolas, combustión de basura, entre otras.
- Prevenir la erosión de los suelos por pérdida de coberturas vegetales, el uso de caminos de terracería, la construcción y procesos de fabricación de altas emisiones de partículas suspendidas.
- Fortalecer mecanismos de participación ciudadana en la planeación, ejecución y control de las actividades, a fin de garantizar la atención de necesidades de la comunidad, la continuidad de las acciones y la visión de largo plazo.
(Con información del documento (1) “Hacia ciudades saludables y competitivas, moviéndose por un aire limpioâ€, del (2) “Programa para mejorar la calidad del aire, Valle de Toluca 2012-2017†(PROAIRE) y de la (3) “Red automática de monitoreo atmosférico de la Zona Metropolitana del Valle de Tolucaâ€.)